miércoles, 10 de septiembre de 2014

Otoño



Las piscinas sedientas, secas baldosas color de oceano.
Todos recurrimos al 'no tengo tiempo'.
Dictadura de las agujas del reloj, poderosas.
Vivimos para el trabajo, y él nos ahorca.
Es un amante traicionero, proxeneta mundial.
El verano se convirtió en un anhelo.
Diversión de infante olvidada en el parque.
Marrón de resurrección, agonia del sepriembre.
Caras matutinas adormiladas y corazones sin sentir,
capas de ropa que ahuyentan al corazón de amar,
sonrisas congeladas del otoño pasado.
Y de gorgoritos veraniegos,
a digitos rojos atrapados en las mañanas.
Centenares de atascos, caravanas infinitas
y el rojo del semáfoto haciendo de führer.
Aulas con olor a hormonas adolescentes,
Legñas en forma de rocas resguardándose,
de aquél frío en la cuna del lagrimal.
Suspiros de juerga del ayer,
calor del verano en el baúl de los recuerdos.
Todo se fué, todo se desvanece.

2 comentarios:

  1. Creo que a todos nos gustaría vivir sin esas rutinas que mencionas...

    http://elchicodelmetro.blogspot.com.es/

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    1. Completamente cierto, añado que admiro demasiado tu blog, te sigo desde hace bastantes meses y... me viene la inspiración de golpe cuando le hecho un vistazo.

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